Soy una persona profundamente marcada por el Colegio. El lugar donde estudie y creci. Fui al Colegio del Pilar donde entre con seis años en primero A y sali con 18 tras acabar COU en la D.
Desde muy pequeño me senti identificado con el hecho de ser pilarista. En el reducido y divertido mundo de los niños me encantaba presumir de ir al Pilar cuando hablaba con alguien que era de otro colegio. No era narcisismo, simplemente estaba contento con lo que tenia, sentia orgullo de pertenencia a una gran familia.
El sabado pasado tuvimos la oportunidad de celebrar el 12 aniversario de nuestra salida del colegio, la promocion del 97. Es un numero raro, el duodecimo aniversario no es muy redondo, pero cuando fue el decimo, el colegio celebraba su centenario y no tuvimos fecha; en el undecimo se nos paso organizarlo.
En los preparativos del acto, cuando tratabamos de localizar a todos los alumnos de nuestra promocion comprobe con tristeza como algunos de mis antiguos compañeros de clase y curso no mostraban el mismo entusiasmo que yo ante tan entrañable cita. Trate de convencerles de su asistencia sin exito en muchos casos.
Llego el gran dia y por la mañana nos encontramos varios compañeros a las 11.00. El numero de 12 años es curioso pues corresponde justamente al tiempo que invertimos en nuestra etapa escolar. Los primeros 12, los años en que fuimos alumnos se pasaron tan lentos.... y sin embargo los ultimos 12, desde los 18 a los 30 que tenemos ahora, han pasado mucho mas rapido, tanto que facilmente empezamos a hablar de mil recuerdos pasados y nadie los ignoraba. Recordabamos las mejores anecdotas, imitabamos a los profesores... Nada o casi nada se nos habia olvidado de nuestra etapa por el colegio.
La gente se fue agrupando con sus mas amigos de siempre pero intentando conectar tambien con aquellos con los que en algun momento habian compartido alguna experiencia en el pasado.
Tuvimos una misa, que fue emocionante, todos en la frialdad de la capilla de la congregacion, apiñados en los bancos como antaño, escuchando al Padre Julian Vicario por el que realmente parecia no haber pasado un solo dia.
Luego hubo un aperitivo en el que seguimos compartiendo anecdotas. Habriamos podido pasar semanas hablando de todo aquello que vivimos.
Despues nos fuimos de fiesta como haciamos en los ultimos años del colegio, cuando ya eramos mayores y coincidiamos en los bares gente de varias clases.
La sensacion era que la gente seguia siendo la misma, que habia cambiado poco; yo tengo la suerte de mantener contacto con mucha gente de la promocion pero cuando te cruzabas con alguien a quien no habias visto en los 12 años comprendias cuan rapido y fugaz es el paso del tiempo...,como sin darnos cuenta se pasa. Entiendes como estamos en esta vida de paso, dejando de lado las creencias que tenga cada cual. Y te vienen facilmente versos de las coplas de Jorge Manrique, cuan presto se va el placer, como despues de acordado da dolor...porque dolia saber que aquellos años ya se fueron, aunque ahora seamos muy felices.
Fue realmente un dia bonito, que nos hizo recordar y tener mas presentes nuestros valores pilaristas, aquellos de los cuales ya me sentia orgulloso de pequeño sin saber muy bien por que.
GRACIAS A EDUARDO LUCAS POR SER EL REFERENTE EN LA ORGANIZACION
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