lunes, 28 de diciembre de 2009
EL MEJOR DEPORTISTA DEL AÑO
sábado, 19 de diciembre de 2009
MESSAIEED, DOHA
Pero a lo que iba es al motivo de mi viaje. Fui a promover la recolocación de algunos de los trabajadores extranjeros que Iberdrola tiene contratados en una mega-central que está construyendo allí.
Indios, filipinos, mexicanos, pakistaníes, etíopes y también españoles claro. Cualquier cosa menos qataríes. Ellos no trabajan. El sistema de organización de su país les concede un alto salario vitalicio simplemente por nacer y ser qatarí puro, es decir hijo de qataríes. Además les dan tierras, inmuebles, participaciones empresariales, todo ello sin posibilidad de venderlo, solo de administrarlo y sin poder salir del país. por mucho tiempo Los qataríes forman el 20% por ciento de la población y poseen un rango de superioridad ante cualquier extranjero. Ante cualquier conflicto su palabra vale más que la tuya y hay que guardarse de no entrar en ningún tipo de conflicto con ellos. Van vestidos de blanco con unas túnicas y camisas de la mejor seda, impolutas y llevan relojes, bolígrafos y gemelos de oro. Son claramente reconocibles. Las mujeres todas de negro y cara tapada.
El resto allí somos de alguna forma esclavos, de mayor o menor rango pero al fin y al cabo mano de obra que traen para gestionar sus empresas, ejecutar sus proyectos, trabajar como empleados en las diversas compañías públicas y privadas o constituir la clase trabajadora de más bajo nivel, obreros, sirvientes etc... Todo esto han conseguido montar en 38 años de historia desde su independencia en 1971 y especialmente en los últimos 20. La parte más alta de la escala la componen los ingleses, americanos y libaneses que gestionan los grandes bancos y el petróleo. Luego occidentales europeos en buenos puestos de managers. Después hay ingenieros y otros trabajadores de países limítrofes; así hasta llegar a la masa obrera sobre la cual se asienta todo y que viven hacinados en barracones, con 100 euros al mes y un plato de arroz al día. Verlo para creerlo.
Realmente es curioso y a la vez patético que exista una sociedad así pero es lo que hay. A cambio existen todo tipo de lujos y comodidades para los ciudadanos occidentales que acuden allí en buenos puestos de trabajo; muy buenos restaurantes, buenas instalaciones deportivas, sanidad muy competente, seguridad absoluta, buenos colegios y universidades etc, etc... pero no parece suficiente, al menos no me lo parece a mí, porque dudo si la gente europea que vive allí es feliz. Yo creo que no, y que se echa de menos las cosas básicas de la vida, la familia, los amigos, salir al monte, pasear,... cosas que no pueden ofrecer los qataríes, por mucho petróleo y gas que tengan.