lunes, 2 de noviembre de 2009

EL MAESTRO EDUARDO

Por si no teníamos suficientes líos últimamente, se nos ha ocurrido a mi cada día más querida esposa y a mi apuntarnos a unas clases de tenis. Decir que estamos flipados es poco. Aunque no juguemos de maravilla no se nos da mal y nos divertimos. Hemos jugado mucho juntos; yo con mi anti-juego de saque a lo burro y no dar una bola por perdida y Ana mucho más técnica, más dominadora del juego, asumiendo más riesgos y con algunos puntos ganadores buenos.
A comienzos de Octubre fuimos a jugar al club Santiago un domingo y vimos al profesor; pese al momento, -Itziar solo tenía un mes y no estábamos precisamente ociosos- nos lanzamos al piscina. Hoy ha sido la segunda clase y ya no puedo esperar a la próxima.
El maestro Eduardo es el profesor; un grande, un clásico del tenis, la clase dura una hora pero es de intenso tenis y nada más que tenis; hasta cuando toca hacer de recogepelotas te cuenta la historia de los tipos de empuñadura y las maneras de pegar a la bola en la época de Santana y Orantes. Casi no dice ni buenos días. Llegas y te tira la primera bola. sn soltar la bolsa...¡Como debe ser!
La clase sigue la siguiente secuencia; un poco de calentamiento devolviendo bolas fácilies, un rato largo de juego desde el fondo de la pista y una parte teórico-práctica al final. En la primera se ve lo psicológico que puede llegar a ser el tenis; El maestro Eduardo nos la tira fácil, perfecta para que la devolvamos con todo el tiempo del mundo, y ocurre que a veces encadenas una serie de fallos incomprensibles; el primer día fuimos los dos; hoy me ha tocado a mi solo; todas a la red, todas... Más piensas, más fallas...
Sin embargo, el intercambio de bolas desde el fondo de la pista es una verdadera maravilla. Cómo me gusta jugar al tenis y cuánto me gustaría hacerlo bien de verdad. Qué placer es estar un rato devolviendo buenas bolas, a velocidad alta, moviendote por la pista, rozando la cinta, utilizando drive y revés de forma natural... Cómo hemos disfrutado!!!claro que para esto, hay que tener enfrente a alguien como el maestro, que para eso es profesor; qué técnica, qué elegancia; podría estar horas seguidas. Lo que espero de verdad es plasmar en el futuro en este blog que he mejorado.
Yo, que he sido siempre un futbolero de pura cepa, hoy mi objetivo deportivo a largo plazo sólo es jugar cada día mejor a este maravilloso deporte.

2 comentarios:

  1. esta es la primera vez que escribo un comentario previo a leer un artículo, así pruebo y me aseguro de cómo se publican.
    Un abrazo fuerte cuñao!!!. Rafa fisio.

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  2. Ahora sí que he leído el artículo, a ver si algún día podemos intercambiar algunas bolas en aquella pista de tenis medio abandonada, perdida en un bosquecito asturiano cerca de Castropol, ¿sabes cual es?, creo recordar que algún día lo hemos comentado.Un abrazo.

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